Este pasado fin de semana hemos asistido a una actividad organizada por Museo Histórico Municipal de Écija y la Sociedad Cooperativa Andaluza Agro-Precuaria Industrial C.A.P.I. donde hemos catado y degustación diferentes variedades de aceites de oliva Virgen Extra Molino de la Merced.

Comenzamos con una interesante disertación del director del museo sobre la importancia del aceite en la historia de la región desde la época romana en la que prácticamente toda la economía local giraba alrededor del aceite. Ya entrados en materia, aprendimos algunos detalles de la producción y fabricación de aceite de oliva virgen extra y comenzamos a catar las variedades Arbequina, Picual y Manzanilla. 

El procedimiento era el siguiente, se sirve un poco de aceite en unos vasos opacos que cubrimos con las manos para darle calor y agitamos levemente para potencial el olor, pasados unos segundos destapamos los vasitos y olemos el increíble aroma cargado de matices que se desprende de cada variedad. Seguidamente lo probamos pasando el aceite por toda la boca y entre prueba y prueba nos ayudamos de unos trocitos de manzana (golden) para limpiar el paladar.

La primera variedad que probamos fue la Picual, con una intensidad media/alta con más sabor que aroma, entre los comentarios de los asistentes se repetía continuamente que es la ideal para una tostada en la mañana.

Continuamos con la Manzanilla, en esta variedad son protagonistas tanto el sabor como el aroma a partes iguales con una intensidad más bien alta.

Finalizamos con variedad Arbequina, la más suave de las que catamos tanto en aroma como en sabor, ideal para aderezos o recetas en las que el sabor del aceite no es protagonista.

Como anécdota contaremos que probamos una mezcla con un 80% de Picual y 20% Arbequina y el resultado estaba sorprendentemente bueno... la verdad es que ambas variedades se complementan muy bien en esa proporción.